En gramática nos encontramos con las conjunciones o nexos, que son el tipo de palabras que se utilizan en forma de conectores para que ejerzan como palabras que sirven de puente entre diferentes elementos sintácticos, como sintagmas, palabras o proposiciones, los cuáles enlazan para así aportar una mayor cohesión al lenguaje. Se trata de palabras que no tienen un significado léxico que sea suyo propio, es decir, que tan solo cuentan con un significado relacionado dentro de la propia oración.
Las conjunciones son palabras que son muy comunes y que se encuentran muy presentes en la práctica totalidad de idiomas, siendo necesarias para que se puedan crear oraciones lógicas y ordenadas. Existen tanto conjunciones coordinantes (o propias) como conjunciones subordinantes (o impropias), y en este caso nos encargaremos de hablarte de estas últimas.
¿Qué son las conjunciones subordinantes?
Las conjunciones subordinantes, también conocidas como impropias, son las que, en el momento de unir unidades gramaticales crean una jerarquía en la que una de ellas (la principal o subordinante) cuenta con una mayor importancia para lo que se ha dicho que la segunda (secundaria o subordinada). De esta manera, nos encontramos con unos nexos que se encargan de construir relaciones de subordinación a nivel gramatical.
Las conjunciones subordinantes son necesarias para la creación de oraciones subordinadas, y por lo general no suelen unir sintagmas y palabras, tanto como proposiciones u oraciones enteras, sin que estas se puedan intercambiar entre ellas, como sí sucede en el caso de las conjunciones coordinantes. Esto último tiene que ver con que haya una jerarquía en las oraciones, que hace que la oración que está subordinada pierda todo su sentido si no existe una oración principal.
Tipos de conjunciones subordinantes
Teniendo presente la relación existente entre la oración principal y la subordinada, nos podemos encontrar con diferentes tipos de conjunciones subordinantes, las cuáles debes conocer, y que son las siguientes:
Conjunciones subordinantes causales
Las conjunciones subordinantes causales son aquellas conjunciones que se encargan de introducir entre la operación principal y la subordinada en una relación causal, es decir, que se encargan de establecer en la subordinada la consecuencia o la razón de lo que se ha indicado en la principal. Algunas conjunciones de este tipo son: porque, puesto que, dado que, ya que, pues…
Algunos ejemplos de oraciones de conjunciones subordinantes causales son los siguientes:
- Ayer no fui a trabajar puesto que me levanté con fiebre.
- Raúl no fue al partido porque no salió a tiempo de trabajar.
- Me enfadé, ya que Claudia me mintió.
Conjunciones subordinantes comparativas
En lo que respecta a las conjunciones subordinantes comparativas, se trata de conjunciones en las que hay una comparación entre la oración principal y la subordinada, empleándose para ello las conjunciones: más que, igual que, peor que, como, menos que, cual, así como…
Algunos ejemplos son:
- El coche de Martina es mejor que el tuyo.
- La tarta nos salió como queríamos.
- Él tiene habilidad para el fútbol, así como yo para el baloncesto.
Conjunciones subordinantes condicionales
Si hablamos de las conjunciones subordinantes condicionales estamos ante un un tipo de conjunción que ofrece una relación de condicionalidad entre las oraciones principal y subordinada, lo que quiere decir que una se cumple cuando tiene lugar la otra. Algunos ejemplos de ellas son: si, pero si, con tal que, siempre que, a condición de que…
Por ejemplo:
- Iremos al cine, a condición de que te portes bien con tus tíos.
- Te llamaré cuando llegue si me acuerdo de hacerlo.
- Reserve en un restaurante, pero si no te gusta, puedo cancelarlo.
Conjunciones subordinantes consecutivas
Por su parte, las conjunciones subordinantes consecutivas, a las que también se las conoce como ilativas, son aquellas en las que la oración subordinada es deducida o deriva de lo que ha dicho la principal, o viceversa. Algunas conjunciones que se usan para ello son: por lo tanto, de modo que, pues bien, así que, de manera que, tanto que…
Algunos ejemplos en oraciones son los siguientes:
- Han terminado con sus deberes, por lo tanto, pueden irse a jugar.
- Queremos iniciar un nuevo proyecto, de modo que necesitaremos de tu colaboración.
- No me avisó, así que me voy para mi casa.
Conjunciones subordinantes temporales
Las conjunciones subordinantes temporales, por su parte, con conjunciones que se encarga de expresar una relación temporal entre la oración principal y la subordinada, pudiendo ser de simultaneidad, posterioridad, anterioridad…; y algunas de ellas son: cuando, tan pronto, cada vez que, mientras, luego de que, antes que…
Algunos ejemplos de oraciones con ellas son:
- Estoy segura de que terminarás antes que llegue el profesor.
- Nos iremos de compras despues de que salgas del colegio.
- Iremos a pasear al perro antes que empiece a llover.
Conjunciones subordinantes finales
En lo que respecta a las conjunciones subordinantes finales son las que se encargan de enlazar la oración principal y la subordinada para crear un sentido de propósito o finalidad entre ambas. Algunos tipos de estas conjunciones son: para que, a fin de que, para, con el fin de que, en miras a, con vista a…
Por ejemplo, son oraciones con conjunciones subordinantes finales las siguientes:
- Me esforzaré más para conseguir mis sueños.
- Te he preparado la comida a fin de que comas más sano.
- Te llamaré el sabado para que me digas cómo quieres que te haga la tarta.
Conjunciones subordinantes concesivas
Por último hay que conocer las conjunciones subordinantes concesivas, que son aquellas en las que se expresa una objeción a la oración principal a través de la subordinada, aunque esto mismo no imposibilita la acción. Es decir, se usan para conceder, para aceptar lo que se propone o para acceder a lo que se plantea. Algunas conjunciones de este tipo son: por más que, aunque, aún cuando, a pesar de , si bien…
Algunos ejemplos con conjunciones subordinantes concesivas son:
- Te daré un beso aunque no me apetezca hacerlo.
- Te quiero mucho por más que me hagas enfadarme muchas veces.
- Voy a dejarte mi abrigo, aunque te portaste mal conmigo.