Etopeya

Etopeya

La etopeya es una figura literaria que consiste en una descripción conductual o moral de un personaje, es decir, sus virtudes, carácter, las cualidades de su personalidad o cualidades espirituales en vez de físicos. En lo que respecta a su origen etimológico, es un término que procede de la palabra griega ethopoeia, que está compuesta por ethos, cuyo significado es «costumbre» y poiein, que significa «imitar».

Al igual que sucede con la prosopografía (una descripción física) y el retrato (suma de ambas), la etopeya es una de las técnicas de descripción empleadas en literatura. Su diferencia con respecto a las mencionadas consiste en que dispone de un elemento imaginativo que, de alguna manera, hace que pueda tener un sentido más teatral.

Igualmente, permite que se puedan imaginar situaciones en las que el personaje podría haber reaccionado de una forma u otra, con la finalidad de que el lector pueda tener en todo momento claro el tipo de personaje del que se trata y la manera en la que este piensa. Así pues, al hacer uso de la etopeya, se lleva a que pueda aparecer la autodescripción y el monólogo.

La etopeya es una técnica habitual en la literatura, sobre todo en aquellos casos en los que la manera de actuar a nivel de ética y/o moral de un personaje es relevante para el desarrollo de la historia. De igual manera, también se recurre a ella cuando la intención es encontrar que el personaje pueda representar una forma de pensar, como sucede en las alegorías narrativas.

Diferencias entre la etopeya, la prosopografía y el retrato

Al contrario de lo que sucede en el caso de la etopeya, que se encuentra centrada en aspectos morales y de personalidad, o en las propias acciones subjetivas que realiza un personaje, cuando hablamos de prosopografía hacemos referencia a la descripción del aspecto exterior del personaje, es decir, se centra en hacer referencia a rasgos totalmente físicos del personaje en cuestión.

Al igual que sucede con la etopeya, el término proviene del griego antiguo, en este caso de prosopón, que significa «máscara», y de graphos, cuyo significado es «escritura», ya que en el teatro de la Antigua Grecia los actores hacían uso de máscaras para interpretar a los diferentes personajes.

Por otro lado, nos encontramos con el retrato, que consiste en la suma de la etopeya y la prosopografía, es decir, en la completa descripción del personaje. A través del mismo es posible conocer al personaje tanto en lo que se refiere a s pensamiento como en su interioridad moral y en su propio aspecto físico. Por lo general, el retrato se encuentra mediado por un narrador, que desde su punto de vista describe al personaje, si bien en ocasiones se aboga por el autorretrato.

Características de la etopeya

La etopeya es una figura literaria que tiene, como principales características, las siguientes:

  • Se trata de una figura retórica de pensamiento, teniendo una gran utilidad puesto que, a través de ella, el lector puede conocer como es el mundo interior de los personajes representados en un texto.
  • Se usa para presentar rasgos morales y psicológicos en los personajes.
  • Se emplea para poder comprender de manera más profunda la manera de actuar de los personajes, de acuerdo a las propias vivencias de los mismos.
  • Es expresado, por norma general, a través del monólogo o diálogo.
  • Se recurre a su uso para producir en el lector un sentimiento de empatía o rechazo, según corresponda.
  • Se puede utilizar para describir el mundo interior tanto de personas como de objetos inanimados.
  • Contribuye al enriquecimiento de la descripción de los personajes, así como al del propio desarrollo de la propia historia del texto.

Ejemplos de etopeya

Para entender e identificar de una manera más apropiada lo que es una etopeya, te dejamos con algunos ejemplos en oraciones simples y compuestas:

  • Los reos de esa prisión están disgustados por el trato policial.
  • Habitualmente, mis amigos celebran sus cumpleaños por todo lo alto.
  • El conductor del taxi está con mal humor.
  • Juan se molesta cuando el desordenado de su hermano no recoge su habitación.
  • Pasaba Laura por un momento de locura cuando recibió la mejor noticia que podía esperar.
  • David, habitualmente enfadado con todo lo que le rodeaba, cambió el «chip» y se convirtió en una persona totalmente diferente.
  • Las ardillas son muy olvidadizas.
  • Claudia tenía una actitud muy desconsiderada con su madre.
  • La señora estaba melancólica y triste, denotándose claramente por su actitud.
  • Mi padre es una persona muy seria, pero puede ser muy graciosa en algunas ocasiones.
  • Su fe en Dios fue la que le ayudó en los momentos más complicados de su vida.
  • El optimismo de Juan le permitió superar las adversidades, por muy difíciles que estas fueran.
  • A pesar de encontrarse cansado y desganado, logró desarrollar el proyecto de manera exitosa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *