¿Cómo hacer un texto expositivo?

Para el que no esté informado, existen muchos tipos de textos o categorías donde podemos encasillar los escritos. Uno de ellos y del que de hecho hablaremos hoy, son los textos expositivos. Los cuales, explicados de una manera muy concisa, son textos que se redactan de tal manera, que se pueda explicar o exponer, un tema específico. Generalmente descrito de una manera que el lector comprenda y aprenda, pues siempre hay algún mensaje o enseñanza que el texto pretende ofrecer al lector.

Como seguro puedes intuir, estos son textos vistos en cualquier libro con propósitos académicos, informativos, científicos o con fines humanísticos y jurídicos. Sin embargo, estaría mal creer que los textos expositivos solo se encuentran en los libros o cualquier material educativo. Pues en otros medios también pueden estar presentes, tal puede ser el caso de esta entrada.

Como vas a notar a lo largo del desarrollo de este artículo, esta es una entrada que se escribe con fines educativos. Pues mi misión tras culminar la redacción, es que tú sepas como hacer un texto expositivo. Además de comprender que son y cómo identificarlos.

Por otro lado, también queremos hacer la invitación a visitar nuestras entradas relacionadas. Las cuales probablemente resulte de su agrado y complementen el aprendizaje “Técnicas de escritura”.

Elegir el tipo de texto expositivo o tema que pretendes tratar.

Generalmente cuando se pretende redactar un texto expositivo, lo más importante es comprender la audiencia a la cual va dirigida. Es importante saber a quién se dirige el texto, para así elegir bien el tema a tratar y más importante… El cómo lo vamos a tratar. Me explico…

  • Si nuestro texto está destinado a ser leído por una audiencia general, como lo pudiese ser una comunidad periodística o educativa, el texto debe adoptar un carácter divulgativo.
  • Ahora, si nuestro texto va dirigido a una audiencia más específica, o perteneciente a un grupo de especialistas en X materia. El texto deberá ser especializado. Se entiende como un texto especializado a aquel que involucra lenguaje técnico o propio del área en la que se enfoca. Algunos ejemplos de esto podrían ser un artículo científico, tesis universitaria, entre otros…

Recuerda seguir una estructura ordenada y muy clara.

Si tuviésemos que resumir la estructura general de un texto expositivo, esa seria; introducción, desarrollo y conclusión. Claro está, que en ocasiones se pueden sumar más partes dentro de esa estructura, sin embargo lo más común es que sea la descrita.

  • Introducción. Toda buena introducción debe tener en su interior, una mención clara y directa al tema que se pretende tratar. Así como hacer mención a los aspectos que tú consideres importantes para presentar el trabajo, y por supuesto, comentar el enfoque que utilizaras. Lo único que debes tener en cuenta es que siempre se debe ser breve, sin intenciones de desarrollar ninguna premisa, solo mencionarlas y si acaso, explicarla superficialmente. Todo con el fin de generar expectativa en el lector y que sienta la suficiente curiosidad como para leer el resto.
  • En cuanto al desarrollo, claramente es el cuerpo de tu trabajo, y donde se sitúa el peso grueso de la explicación o información que pretendes compartir. Las únicas recomendaciones para un buen desarrollo, es tratar de ser breve, coherente y simple de entender.
  • Conclusión. Ya la conclusión se podría entender como la síntesis del desarrollo, en ella se debe mostrar de forma clara, cual es la idea o ideas principales de tu texto expositivo. Es importante que en la conclusión nunca se añada nueva información, pues es el fin del trabajo, deberías “cerrar puertas” no abrir nuevas.

También deberías de considerar visitar nuestra entrada sobre “Cómo redactar una carta de agradecimiento- ¡Descúbrelo paso a paso!”.

Respeta las siguientes reglas.

Lo creas que no, los texto expositivos tienen una serie de reglas, las cual si, decides respetar juiciosamente. Es muy posible que tu texto logre cumplir con los objetivos que planteas alcanzar…

  • Citar a cualquier otro autor cuya obra, haya sido empleada en tu búsqueda de información.
  • Ser siempre objetivo, nada de opiniones personales.
  • Contener conectores y otros recursos que puedas facilitar la lectura.
  • Siempre deben ser escritos en tercera persona.
  • Emplear un lenguaje coherente, preciso o entendible.

Emplear recursos lingüísticos para garantizar la fluidez de la lectura.

Además de utilizar conectores, considera implementar otros recursos lingüísticos en tus textos expositivos, con el fin de hacerlos fácil de leer:

  • Utilizar sinónimos para evitar la redundancia.
  • Procura que exista un balance en la extensión de los párrafos. Si por ejemplo una premisa abarca una página entera, procura que el próximo abarque más o menos el mismo tamaño.
  • Que las oraciones son sean demasiado largas, procura que no superen la longitud de 25 palabras.

De esta manera, podemos finalizar con la redacción de esta entrada, esperamos que la información compartida haya sido de vuestro agrado, pero que sobre todo. Hayas podido aprender algo nuevo. Si quieres leer artículos similares, visita “Cómo escribir un relato de un viaje”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *