Los adverbios son palabras invariables que se utilizan como complemento a los adjetivos, verbos, otros adverbios y que incluso pueden llegar a complementar a una oración completa. Además, se emplea para poder expresar modo, duda, afirmación, cantidad, lugar, etcétera. Por ejemplo: Compre poco pan en la panadería.
Asimismo, hay que tener presente que además de los adverbios propiamente dichos, hay grupos de palabras que tienen una función similar a estos y que reciben el nombre de locuciones adverbiales o frases adverbiales. Algunos ejemplos de ello son: de nada, a diario, o en la vida.
Una vez que ya son adverbios, te invitamos a que cuando tengas un poco de tiempo, leas algunos de nuestros otros artículos, como: ¿Qué es la comprensión lectora?.
Tipos de adverbios
Los adverbios se clasifican de acuerdo a la información que cada uno de ellos es capaz de facilitar, es decir, a las circunstancias a las que hacen referencia, y de acuerdo a ello, nos podemos encontrar con distintos tipos de adverbios. Hay que recordar que los adverbios son palabras invariables y que suelen actuar como circunstanciales en la oración.
Los diferentes tipos existentes son los siguientes:
Adverbios de lugar
Los adverbios de lugar son aquellos que nos ofrecen información acerca del espacio en el que tiene lugar la acción indicada por el verbo, respondiendo a la pregunta de «¿dónde?» ocurre. De esta manera, nos podemos encontrar con estos ejemplos:
- Mi coche se encuentra aparcado detrás del Mercedes rojo.
- Se me quedó la pelota ahí arriba.
- Comimos allí durante la celebración de mi cumpleaños.
- El equipo se quedó fuera de la fase final del campeonato.
- La bufanda se encuentra dentro de la bolsa.
- Mi hermano vive lejos de nosotros.
Adverbios de tiempo
Por su parte, los adverbios de tiempo se encargan de proporcionar información sobre el tiempo en el que se desarrolla la acción del verbo. En este caso dan respuesta a la pregunta «¿cuándo», y algunos ejemplos son:
- Todavía no sé si podré viajar con vosotros este verano.
- Ayer sufrí una lesión en el pie.
- Raúl llegó pronto a nuestra cita.
- Mañana jugaré un partido de pádel con mis amigos.
- Jamás fui a visitar al padre de Laura al hospital.
- Me gustaría ir a visitarte ahora mismo.
Adverbios de modo
Los adverbios de modo son aquellos encargados de facilitar información acerca de la forma en la que es desarrollada la acción del verbo, dando respuesta a la pregunta «¿cómo?». Por ejemplo:
- Me fue bien en la entrevista de trabajo.
- Debes dejar de ponerte así cuando algo no te parece bien.
- Este plato me salió mejor que el que preparé ayer.
- No dudó a la hora de responder rápidamente a mi pregunta.
- Mi padre también conduce rápido.
- Su trabajo en la huerta fue regular.
Adverbios de cantidad
Los adverbios de cantidad, por su parte, son los encargados de modificar a un adjetivo, verbo o a otro adverbio para dar información acerca de la intensidad o cantidad. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Estudié mucho para el examen de esta mañana.
- Esta situación es demasiado complicada para ella.
- Me encuentro algo cansado desde por la tarde.
- Hice yo casi todas las labores domésticas.
- Este test fue más complicado que el anterior.
- Su casa es muy grande y cabemos todos.
Adverbios de duda
Por otro lado, hay que hablar de los adverbios de duda, un tipo de adverbio que se encarga de transmitir una falta de certeza sobre aquello que se está diciendo en la oración. Algunos ejemplos son:
- Quizás consiga aprobar el examen y pasar de curso.
- Seguramente logrará convencer a sus padres para que le dejen salir.
- A lo mejor marca un gol en la siguiente jugada.
- Indudablemente es lo mejor que nos podía pasar.
- Tal vez vuelva el mes que viene.
- Posiblemente pueda visitar a mi tía después del entrenamiento.
Adverbios de negación
Por su parte, los adverbios de negación, como su propio nombre indica, se encargan de dar un sentido negativo a la oración, o bien son empleados para reforzar una negación que se realizado con anterioridad. Por ejemplo:
- Tampoco creo que sea lo mejor para tu madre.
- Nunca jamás hubiera imaginado que se comportaría de esa manera.
- Ninguno de nosotros aceptará su propuesta.
- Jamás pensaría que ella nos traicionaría.
- No tenemos más tiempo que perder.
- Ni siquiera trató de convencerlo.
Adverbios de afirmación
Los adverbios de afirmación son empleados para llevar a cabo una afirmación o bien para confirmar o reforzar la información que ha sido transmitida. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Estoy verdaderamente decepcionado con lo ocurrido esta tarde.
- Seguro que si ella te llama, le devuelves la llamada.
- Obviamente la acompañaré si ella me lo pide.
- Indiscutiblemente no fue una buena idea ir el jueves a su casa.
- Sí, nos iremos en cuánto termine el concierto.
- Es cierto que me equivoque cuando decidí llamarlo.
Adverbios interrogativos y exclamativos
Por último nos encontramos con los adverbios interrogativos y exclamativos, que en este caso son empleados para la formulación tanto de preguntas como para llevar a cabo exclamaciones. Por ejemplo:
- ¿Quién te dijo que estaba enfadado?
- ¿Cuándo nos vamos de vacaciones?
- ¿Cuántos eráis en la fiesta de cumpleaños?
- ¡Qué triste estaba tras el partido!
- ¡Por qué insistes en que compre ese coche!
- ¡Cómo fuiste capaz de irte con tu amiga!
Cómo funcionan los adverbios
Cuando nos encontramos ante una oración, los adverbios funcionan principalmente de dos maneras, que son las siguientes:
- Complementos circunstanciales: En aquellos casos en los que facilitan información sobre la acción del verbo, ya sea el modo, el tiempo, el lugar… Por ejemplo: La siguiente ciudad nos queda cerca de aquí / Me iré a casa de mis padres por la mañana.
- Intensificadores o cuantificadores: En las ocasiones en las que los adverbios complementan a adjetivos u otros adverbios. Por ejemplo: Nos encontramos muy felices con la noticia / Fue poco tiempo de conversación.
¿Cómo se diferencia un adverbio de un adjetivo?
Una de las características que nos permiten diferenciar un adverbio de un adjetivo es que estos últimos son palabras cuya morfología puede variar, ya que deben coincidir en género y número con aquel elemento al que modifican. Sin embargo, los adverbios siempre son invariables.
Grados de los adverbios
Al igual que sucede con los adjetivos, los adverbios también pueden presentar grados en función de la menor o mayor intensidad de la cualidad que transmiten. De esta manera, nos podemos encontrar con los siguientes:
- Grado positivo. Este denota una propiedad sin que se indique la intensidad, como por ejemplo: La cafetería está cerca.
- Grado comparativo. Realiza la comparación de una propiedad compartida entre dos entidades o seres, pudiendo indicar inferioridad, superioridad o igualdad. Por ejemplo; El campo de fútbol está más cerca que la iglesia / El campo de fútbol está tan cerca como la iglesia / El campo de fútbol está menos cerca que la iglesia.
- Grado superlativo. En este caso se encarga de la expresión de una propiedad en un grado de intensidad máximo. Por ejemplo: El campo de fútbol está cerquísima.