El sujeto es la parte de la oración que tiene la función gramatical de ejecutar, llevar a cabo o padecer un estadio, una acción o un proceso que es expresado por parte de un verbo. En este caso vamos a hablar del sujeto agente, que es un tipo de sujeto que se caracteriza por ser activo, que el que ejecuta la acción, estado o proceso indicado por el verbo. Dicho de otra forma, el sujeto agente se encarga de actuar sobre el verbo para desencadenar una acción. Por ejemplo: El carpintero arregló la puerta en apenas dos horas. En este caso es El carpintero el sujete agente por realizar de una forma activa la acción del verbo.
Para entender mejor en qué consiste, es importante diferenciarlo del sujeto paciente, que, como se puede deducir, es lo contrario. Es decir, en este caso estamos ante un sujeto que recibe la acción del verbo en una oración.
Dicho esto, debemos recalcar que el sujeto agente es empleado en las oraciones en voz activa, mientras que el sujeto paciente se encuentra presente en aquellas oraciones que cuentan con una voz pasiva. La voz gramatical es la expresión que nos indica cómo es la relación establecida entre el verbo y el resto de los elementos gramaticales que son parte de la oración.
El núcleo del sujeto
Antes de empezar a hablar en mayor profundidad del sujeto agente, te recordamos lo que es el núcleo de un sujeto. Este se compone de un sistema nominal, en el cual es posible diferenciar dos tipos de elementos: el núcleo del sujeto y sus modificadores o adjuntos.
Por lo general, el núcleo es un sustantivo o un pronombre u otro término sustantivos, sobre el cual recae la mayor carga semántica, y por ello funciona como eje del sujeto. Aparte del núcleo, en el sujeto se encuentran los modificaciones del sujeto, que son los términos que se encargan de acompañar y modificar el significado del sujeto, ya sea de una manera directa o indirecta.
Estructura de oraciones con sujeto agente
La estructura básicas de las oraciones activas es la siguiente: sujeto agente + verbo (conjugado en voz activa) + complementos verbales (complemento directo, complemento indirecto, complemento circunstancial…).
Se debe tener presente que en una oración activa, la acción que es llevada a cabo por el sujeto agente puede llegar a tener influencia y recaer sobre otros elementos sintácticos de la oración, denominados complementos. Los más conocidos son los complementos directo e indirecto, pero pueden aparecer otros que aporten información adicional, como es el caso de los complementos circunstanciales, que a su vez pueden ser de lugar, de tiempo, de modo, de causa, de finalidad, de compañía….
Ejemplos de oraciones con sujeto agente
Para que puedas entender en mayor medida cómo funciona y cómo identificar un sujeto agente, te vamos a dejar con una serie de ejemplos que te ayudarán a su comprensión:
- El parabrisas es un cristal que se encuentra en la parte delantera de los vehículos para proteger a los ocupantes.
- Los estudiantes decidieron que era el momento de manifestarse.
- La música estridente provocó grandes molestias entre los vecinos.
- La parte trasera del coche se quedó dañado después del accidente.
- Las palabras que le dijiste fueron muy duras, pero se las merecía.
- Este verano hubo demasiado calor para mi gusto.
- Mi esposa viajará a Tokio por trabajo el próximo mes de febrero.
- Mi hermano fue quién metió la canasta decisiva en el partido de baloncesto.
- El Gobierno anunció un paquete de medidas para combatir la subida del coste energético.
- Mi suegra nos regaló un viaje a Canadá por nuestra boda.
- La conexión a internet de este hotel es muy mejorable.
- Con mucha paciencia, mi tía consiguió que el perro aprendiese a recoger el periódico.
- Si todo sale bien, mi hermano saldrá del hospital el lunes.
- El ordenador está estropeado.
Otros tipos de sujeto
Además de lo mencionado, es importante conocer el resto de tipos de sujeto que podemos encontrar en la lengua española, teniendo siempre presente que el sujeto es el elemento de la oración que indica quién es el que ejerce una acción.
De esta manera podemos encontrar la siguientes clasificación:
- Según su presencia en la oración. En función de su presencia en la oración, podemos diferenciar entre sujeto expreso, cuando está explícito en la misma; o bien sujeto tácito, cuando no está explícito pero se puede deducir por la propia terminación del verbo.
- Según la cantidad de núcleos. En función de la cantidad de núcleos podemos clasificar entre sujeto simple, cuando solo tiene un núcleo, o sujeto compuesto, cuando en la oración hay presencia de dos o más núcleos.
- En función del tipo de voz. Según el tipo de voz podemos diferenciar entre sujeto agente, que es quién ejecuta la acción del verbo, o sujeto paciente, que es quién recibe la acción del mismo.