En la lengua española es posible encontrarse con diferentes tipos de textos, tales como textos narrativos, textos expositivos… o los textos informativos, de los cuáles te vamos a hablar a lo largo de las próximas líneas. Estos son un tipo de texto que están creados para comunicar hechos acerca de la realidad de una forma muy objetiva, es decir, sin que se incluyan emociones, opiniones o los deseos del propio emisor.
Los textos informativos acostumbran a hacer uso de un lenguaje denotativo y formal, con la finalidad de tratar de transmitir información de una manera precisa y clara. De hecho, en nuestro día a día y en la práctica totalidad de ámbitos, como por ejemplo en los libros escolares, en las recetas de cocina o en los manuales de instrucciones, entre otros.
¿Qué es un texto informativo?
Un texto informativo, al que también se lo puede llamar texto expositivo, es toda aquel contenido de lenguaje escrito que sirve para proporcionar conocimiento acerca de un tema, asunto o acontecimiento, y que ofrece datos, descripciones de la realidad, de determinados hechos o cualquier otra información que busca transmitir un conocimiento.
Este tipo de textos son muy fáciles de reconocer, ya que se encuentran, por lo general, en revistas, periódicos, manuales y enciclopedias. En ellos se busca ofrecer información acerca de un hecho real de la manera más objetiva posible, conteniendo unas ideas claras, ordenadas y bien explicadas. De esta forma, se busca que el lector pueda entender lo mejor posible la realidad que se muestra en los mismos.
Por esta razón, los textos informativos se pueden caracterizan por describir situaciones reales, con un lenguaje sencillo y conciso, además de por un vocabulario apropiado. En este tipo de textos se evita recurrir a opiniones, argumentos o puntos de vista, ni tampoco se recurre a la construcción de un relato, sino que se centra en la pura información para aportar ese conocimiento al lector.
Características de un texto informativo
Para poder identificar un texto informativo o conocer la manera en la que se debe realizar uno si esta es nuestra intención, hay que tener en cuenta sus principales características, que son las siguientes:
- La finalidad de un texto informativo no debe ser otro que el de tratar de transmitir una información, que puede consistir en la de compartir con el receptor o lector distintos hechos, descripciones, datos, etcétera.
- En este tipo de textos no hay cabida para la opinión, la argumentación o la persuasión, es decir, no se utilizan para tratar de convencer o influir de manera explícita en la postura que tenga el receptor con respecto a un asunto. Se limita a informar acerca de un determinado asunto.
- En ocasiones se puede recurrir al uso de estrategias retóricas o expositivas objetivamente, con la única finalidad de llegar a conseguir que el lector pueda tener una mayor comprensión del texto.
- Se debe hacer uso de un lenguaje técnico o divulgativo, según corresponda, de manera que se pueda llegar a dar la información de una manera que el receptor la pueda comprender y hacerla suya de alguna manera.
Estructura de un texto informativo
Por lo general, los textos informativos abogan por la simpleza, de manera que podemos encontrarnos con una estructura que se divide en tres partes claramente diferenciadas, que son las siguientes:
- Introducción. En ella se ofrece una información contextual al lector, de manera que pueda adentrarse en el tema en cuestión y ver aclarados los primeros términos. En este apartado se le explica la finalidad del texto que va a leer, y de esta manera se le dan las claves para que pueda conocer lo que le espera si sigue leyendo.
- Desarrollo o contenido. En esta segunda parte nos encontramos con el grueso de toda la información, en la que las diferentes ideas y datos son expuestas de una forma organizada y clara. En este lugar tiene cabida todo aquello que se quiere transmitir al lector.
- Conclusión. Por último, nos encontramos con una tercera parte en la que se puede encontrar una conclusión o resumen, en la cual se habla de forma general de lo más importante de lo dicho con anterioridad, se recalcan los aspectos más importantes y se hace que el lector tenga claro lo que se ha querido decir al respecto del tema tratado.
Tipos de textos informativos
Los textos informativos, en función del lenguaje que se utilice en ellos, pueden ser de dos tipos, que son los siguientes:
- Textos divulgativos.
- Textos especializados. Son aquellos en los que se busca dar respuesta a un tipo de lector en particular. Este debe contar con una serie de conocimientos previos o cierta preparación, ya que solo así podrán entender la información que contiene el texto. Por este motivo, se recurre al uso de un lenguaje académico o técnico, como sucede en las tesis de grado universitario o en los artículos científicos.